Lo hacen las grandes y medianas empresas y por qué no, también lo pueden hacer los trabajadores autónomos. Contratar un becario y ofrecerle hacer prácticas en verano o en cualquier otra época del año también es algo al alcance de la mano de los trabajadores por cuenta propia.
A la hora de contratar a un becario para el verano, el autónomo podrá formalizar su relación laboral con el empleado de varias maneras, explican en Rico Beltrán. En el análisis que han realizado en su página web, se recuerda que una opción es hacerlo mediante las llamadas prácticas profesionales. En este caso, la persona escogida deberá estar aún estudiando en un centro de formación. La forma mediante la cual se accede a este tipo de contrato es formalizando un convenio entre la empresa o el autónomo y el centro de estudios. En ese documento se establecerán las condiciones que deben cumplir ambas partes.
Prácticas o para la formación y aprendizaje
Por otro lado también existe la posibilidad de hacer un contrato en prácticas. ¿Cuál es la diferencia en estos casos? Pues que la persona a la que se vaya a contratar ya tiene que tener un título, debe ser menor de 30 años y debe haber obtenido el título los cinco años anteriores a la firma del contrato. Este tipo de acuerdos, en cambio, no pueden durar ni menos de seis meses ni más de dos años. En cuanto al sueldo, debe ser superior al Salario Mínimo Interprofesional y el primer año será un 60% del sueldo fijado para el puesto que ocupe y el segundo año de contrato, un 75% del mismo.
Además de eso se pueden hacer contratos para la formación y el aprendizaje al acabar el alumno su formación. Esta modalidad es para aquellos que han cursado una Formación Profesional y que tienen entre 16 y 25 años. La ventaja de este tipo de contratos es que sirve para que los jóvenes adquieran experiencia laboral a la par que trabajan en lo que han estudiado. Este tipo de contratos pueden durar de uno a tres años.
Fuente e imagen: Cinco Días