Autónomos: ¿es mejor estimación directa o por módulos?

El mercado laboral esta complicado seriamente la entrada de gran parte de la población, personas que están recurriendo al autoempleo como forma de generar ingresos. Sin embargo, muchos de estos nuevos autónomos no cuentan con demasiada experiencia empresarial, por lo que inician su actividad con serias dudas. Por ejemplo, si es mejor estimación directa o por módulos.

Esta pregunta está muy extendida entre los autónomos primerizos. Como punto de partida, hay que entender que los trabajadores por cuenta propia cuentan con dos formas de calcular el IRPF que tendrán que abonar a Hacienda cada trimestre: el sistema de estimación directa y el de estimación objetiva.

Para saber cuál es mejor, primero hay que conocer sus diferencias.

Sistema de estimación directa

El sistema de estimación directa sirve para que los autónomos calculen el IRPF en base a la diferencia entre los ingresos y los gastos deducibles del contribuyente. No obstante, este régimen de tributación se divide en otros dos subsistemas:

Estimación directa normal

Los autónomos calculan el IRPF en base a este computo. Sin embargo, los trabajadores por cuenta propia que tributan en este sistema son aquellos cuya cifra de negocio supera los 600.000 euros al año.

Estimación directa simplificada

De nuevo, el IRPF que tiene que pagar el autónomo se calcula de la misma forma, pero en este sistema participan aquellos profesionales cuya cifra de negocio es inferior a los 600.000 euros al año.

Sistema de estimación objetiva o por módulos

Sistema de estimación objetiva, este es el nombre legal de este régimen. Aquí, el autónomo no calcula el IRPF en función de la diferencia entre ingresos y gastos, si no que el pago deriva de unos módulos establecidos por la Administración, de ahí que se le conozca como ‘sistema de estimación por módulos’.

¿Es mejor el sistema de estimación directa o por módulos?

Una vez entendido el funcionamiento de estos dos sistemas es el momento de responder a la pregunta de cuál es mejor. La respuesta es sencilla: no hay uno mejor que otro.

La realidad es que cada sistema está pensado para un tipo de autónomo concreto. El régimen de módulos esta creado para satisfacer la necesidad de poder estimar un cálculo aproximado de los beneficios que registran aquellos negocios en los que es muy difícil conocer la cifra exacta de beneficio.

Pequeñas empresas donde la mayoría de pagos se realizan en pequeñas cantidades en efectivo, lo que complica conocer su cifra de negocio y facilita la economía sumergida. Ejemplo de ello son las fruterías, las carnicerías, las pescaderías y demás negocios del estilo.

Por este motivo, no hay un sistema mejor que otro, hay un régimen para cada autónomo y el trabajo del profesional es identificar en cual será más fácil realizar sus trámites.

Fuente e imagen: El Economista

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