¿Qué sería lo más básico si quieres ser emprendedor y crear tu propio negocio?

A pesar de la pandemia y la situación todavía complicada que atraviesan miles de empresas, el emprendimiento sigue siendo uno de los caminos preferidos de los españoles. De hecho, ser emprendedor es una opción de futuro al alza entre los jóvenes, por delante, incluso, de ser funcionario o trabajar en una gran empresa. Según el VII Informe Young Business Talents, actitudes y tendencias de los jóvenes preuniversitarios españoles, más del 35% de los recién licenciados quieren montar su propio negocio. 

Algunas de las ventajas que llevan todos los años a miles de españoles a darse de alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) y poner en marcha un negocio son la autonomía personal, la satisfacción laboral, la posibilidad de dar con una buena idea que produzca ingresos, el prestigio social o simplemente el cambio laboral que supone, de acuerdo con el informe  Global Entrepreneurship Monitor 2019-2020. 

Sin embargo, en el camino hacia el autoempleo hay que realizar antes algunas tareas. Los procesos burocráticas -darse de alta en el IAE, en Seguridad Social y en Hacienda- son sólo algunas cosas que cualquier nuevo emprendedor debe hacer antes de ponerse a la tarea. Pero, aunque imprescindibles, no son con mucho las principales. Para la mayoría de los que quieren tener su propio negocio la causa principal que se lo impide es la falta de recursos financieros.

Claves para ser autónomo y montar tu propio negocio

Para poner en marcha un negocio es necesario una buena dosis de voluntad y empreño, además de valor ante el riesgo. Los primeros años son cruciales hasta que la cosa comienza a marchar y, para la mayoría suelen ser muy difíciles. Además, suele hacer falta una buena suma de capital.

Primero la idea, luego el mercado y después la financiación

Antes de darse de alta como autónomo, es necesario encontrar una  buena idea, examinar en profundidad si es viable, si el mercado la demanda, si no hay excesiva competencia, si tenemos las capacidades, lo conocimientos y los recursos para llevarla a cabo, tras ello, buscar financiación para hacerla realidad. Precisamente, la financiación suele ser la primera barrera con la que se encuentra cualquier emprendedor. Si ya has dado con esa idea de negocio rentable, tendrás que encontrar alguna vía para financiarla. 

En multitud de casos, los emprendedores recurren a sus ahorros o a las ayudas familiares para no endeudarse y esa opción puede ser una buena idea. Incluso de cara a pedir dinero a os bancos ya que a las entidades financieras les suele gustar que el promotor de un negocio esté dispuesto a arriesgar su dinero. En este momento casi todos los bancos tienen líneas de crédito para autónomos y para emprendedores. Lo que sí es cierto es que piden garantías, como es lógico, ya que para estas entidades un nuevo negocio suele constituir un riesgo. Pero, en general, además de capital propio, familiar o de amigos, las entidades financieras son un recurso que hay que explorar.

En el caso de no contar con avales o propiedades que aporten confianza a un banco, existen otros tipos de entidades financieras más alternativas con las que se puede obtener préstamos para negocios.

También se puede optar por otras vías como: 

  • Socios: Pueden ser familiares, amigos o los propios partícipes en el negocio que reciben una participación en las ganancias a cambio de contribuir con recursos económicos o materiales.
  • Venture Capital: Inversores privados que buscan apoyar proyectos innovadores y rentables. Es una buena alternativa cuando no se dispone de capital, pero tiene el mismo problema que la entidad bancaria: hay que aportar garantías serias de que el negocio va a funcionar.
  • Sociedades de Capital Riesgo. Son sociedades que entran en el capital social de la empresa como accionista durante un tiempo determinado aportando también asesoramiento y acompañando al negocio hasta que despega. 
  • Crowfunding: Una modalidad de financiamiento relativamente novedosa, en la que se reciben cantidades pequeñas de un grupo grande de personas que apoyen la idea de negocio.
  • Préstamos oficiales del ICO. Las mismas entidades financieras pueden informar sobre ellos y muchas veces son una buena alternativa para arrancar o para mantener un negocio.

Cuenta con un buen plan de negocio antes de pedir un préstamo 

Si estás valorando ir a pedir un préstamo, es recomendable contar antes con un buen plan de negocio. Este business plan tiene que tener, al menos: 

  • Descripción y análisis del proyecto y los objetivos: Se trata de definir exhaustivamente el producto o servicio que se pretende lanzar al mercado: qué soluciones ofrece, qué ventajas tiene o qué oportunidad de negocio hay en el mercado.
  • Plan económico: cuánto dinero es necesario para poner en marcha el proyecto y cómo se pretende financiar.
  • Plan de marketing: qué mecanismos se van a utilizar para dar visibilidad al negocio.
  • Plan de recursos humanos: ¿es necesaria la contratación de personal?, si la respuesta es sí, el emprendedor debe plantearse qué cualidades deben tener los empleados y cuánto va a costar su contratación.
  • Análisis del mercado y de la empresa: En este apartado se pretende conocer cómo funciona el mercado en el que se desarrollará la actividad empresarial y las empresas que ya trabajan en él. Además, es el momento de recoger información sobre el área donde va a trabajar la empresa.
  • Situaciones: Se trata de plantear un plan de reacción ante una situación de éxito, o de fracaso. Aquí se pueden prever diferentes situaciones a las que pueda enfrentarse una empresa al cabo de un año de funcionamiento, y crear una estrategia para responder ante ellas.

 Otras claves antes de emprender un negocio 

Antes de lanzarse a emprender, los expertos suelen dar decenas de recomendaciones. Sin embargo, las principales y más importantes serían:  

  • Determina tus habilidades y experiencias y lo que pueden aportar a tu idea de negocio.
  • Piensa como consumidor: ¿qué es lo que la gente desea adquirir o contratar?
  • Entrevista a potenciales clientes con el fin de conocer sus necesidades y gustos.
  • Realiza pruebas de tu negocio a una baja escala para medir los riesgos.
  • Establece la estructura de tu empresa y arma el equipo que necesitas y no el que deseas.

Ventajas de ser emprendedor

Aún en la actualidad, muchas personas suelen relacionar la palabra emprendimiento con un sinfín de escenarios hipotéticos: fracaso, carencias económicas o misión fallida. Y aunque es cierto que un gran número de nuevas empresas no prosperan, también es verdad que son cada vez más las personas que deciden emprender.  

De acuerdo con el informe de la Global Entrepreneurship Monitor  2019-2020, la creación de riqueza individual es apenas uno de los tantos objetivos para emprender. Esto se complementa con la aspiración de cambiar el mundo y convertirse en su propio jefe.

  •  Autonomía laboral

Al convertirte en tu propio jefe, generarás el ritmo de trabajo que mejor te convenga o beneficie. Elegirás tu sitio de trabajo, horario, equipo de colaboradores y proyectos. Es la mejor manera de desarrollar tus ideas y ver crecer tu emprendimiento.

  • Satisfacción personal y profesional

Uno de los sueños de un emprendedor es siempre cumplir con sus propósitos. Esto no solo te ayudará a motivarte cada día, también te dará una satisfacción única al lograrlo.

  • Mejora en tus ingresos

Seamos claros, la ansiada estabilidad económica que todo emprendedor desea no se logra de la noche a la mañana. Para llegar a ella se necesita primeramente de un buen sustento financiero que puede lograrse con los préstamos para negocios.

  •  Prestigio social

Emprender te brinda automáticamente un nivel de prestigio social. Y es que no cualquiera decide dejar todo tipo de estabilidad para aventurarse en el mundo empresarial. Es un acto de valentía y fortaleza que suele reconocerse.

Desventajas de ser empleado

Aferrarse durante mucho tiempo a un puesto de trabajo puede llegar a ser perjudicial en el aspecto laboral, profesional y personal de cualquier trabajador. Sin embargo, existen otro tipo de desventajas por ser un empleado continuo.

  • Agotamiento mental y emocional.
  • Inseguridad laboral ante una emergencia económica en la empresa.
  • Ingresos insuficientes.
  • Ciclo rutinario.
  • Pocas oportunidades de crecimiento laboral, económico y personal.

Fuente e imagen: autonomosyemprendedor.es

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